Cueva de la Pileta – Benaoján
La Cueva de la Pileta se encuentra en la Serranía de Ronda, en el término municipal malagueño de Benaoján, entre la Sierra del Palo y la Sierra de Juan Diego, a 710 metros de altitud. A la Cueva de la Pileta se llega facilmente por la carretera que va desde Benaoján a Cortes de la Frontera, en el punto kilométrico 4,5.
La Cueva de la Pileta está reconocida por la comunidad científica como una de las cuevas más importantes del continente por sus más de 3000 muestras de arte rupestre y por la variedad de épocas y estilos que se encuentran representados. Por todo ello, desde que en 1924 fue declarada Monumento Nacional, sigue gozando del máximo nivel de protección.
A principios del s. XX un agricultor de la zona, José Bullón Lobato, vio salir de una grieta en la montaña gran cantidad de murciélagos. Con la ayuda de una cuerda de esparto, descendió por ella en busca de la murcielaguina, excrementos muy apreciados como abono agrícola. Lo que se encontró fueron algunas representaciones pictóricas que, con el tiempo, se convirtieron en un completo registro de la presencia del ser humano en el sur del continente.
La exploración de la cueva siguió gracias al tesón de Tomás, el hijo de José Bullón, y de importantes nombres de la comunidad científica, como el Abate Breuil y Hugo Overmaier que dieron a conocer la cueva al mundo.
La Cueva de la Pileta tiene un total de 2,3 km de recorrido, encontrando en el interior salas que alcanzan los 30 m. de altura y 60 m. de longitud, con sorprendentes formaciones de estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y lagos de gran belleza. Sin embargo los restos de la actividad humana los encontramos únicamente dentro del primer kilómetro, seguramente debido a la falta de medios para iluminar y ventilar adecuadamente las zonas más profundas de la cueva. Por los restos hallados podemos saber que los primeros 200 m. fueron utilizados como zona para la vida común del grupo, dejando las partes más profundas, aisladas y protegidas de la cueva como lugar sagrado para hacer sus rituales mágicos y de propiciación.
La primera ocupación de la cueva está fechada en el Paleolítico (entre 10.000 y 30.000 años atrás). Formaban un grupo de 10-15 individuos de la especie Cromagnon de los que sabemos que eran cazadores y recolectores, que ocupaban la cueva de manera estacional y qué, además, practicaban un incipiente comercio. Los últimos que vivieron en la Cueva de la Pileta fueron hombres y mujeres como nosotros que se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Era un grupo sedentario de unas 40 personas que, posiblemente, utilizaron rudimentarias chozas en el exterior. De esto hace tan solo de 3.500 a 8.000 años, en los periodos Calcolítico y Neolítico, respectivamente.
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